8 de noviembre: we are the champions
El cambio climático se origina en las habitaciones de los hoteles Ibis: en concreto en ésta de Lausanne donde hemos conseguido la misma temperatura que en el cono del volcán de Cumbres Viejas. Y luego vas a la calle y te hielas.
Pagamos el Ibis, cogemos el coche y nos trasladamos al COI, a las oficinas centrales que están a orillas del Lago Leman. Como las Naciones Unidas, tiene poco que ver por fuera (dentro hay un museo y parece que es otra cosa) pero el paseíto por la orilla del lago y los jardines merecen la pena una visita. La gente se baña, están locos estos suizos.
Y dejamos ya Lausanne. La A1 nos lleva al este y a la otra parte del lago Leman donde nos encontramos con el alucinante Castillo de Chillon, metido dentro del agua. Del parking al castillo hay un paseíto muy agradable donde te encuentras a Lord Byron y se hacen unas fotos estupendas. Entrar al castillo no es caro pero no lo hacemos: visita al embarcadero, fotos con una holandesa y un latino y a Vevey.
A la cual llegas enseguida porque está muy cerca y la carretera, aunque llena de obras, está bien. Llegamos al aparcamiento de la Vielle Ville y como no podía ocurrir de otro modo, perdemos el ticket de entrada. Menos mal que el guardia del parking, un argentino muy amable, se apiada de nosotros y nos da otro ticket que si no, nos tocaba pagar treinta francos.
Bueno, con esta nueva aventura salimos del parking hacia el lago, pasamos por la Vielle Ville, las típicas tiendas de medio lujo y el Alimentarium de Nestlé para llegar al tenedor del lago con nuestro amigo Chaplin delante. Al lado, Gogol y otro poeta rumano.
Paseíto por el Quai viendo los garitos, los patitos y flipando con que no se oye un solo ruido, solo los árboles moviendo sus hojas y el graznido de las gaviotas. Nada más. Al final del paseo, una enorme plaza con el museo de fotografía, de cámaras fotográficas, y de nuevo a la Vielle Ville a ver las tiendas de lujo. Volvemos a la plaza a comer un panini callejero en la terraza... !Qué tranquilidad! Vuelta al coche y en cinco minutos estamos en Montreux, prima de Vevey.
La diferencia es que la estatua más famosa de aquí es de Freddy Mercury que vivió y murió aquí. Buscamos el hotel, aparcamos y a por Freddy. Pero antes paramos en el casino que tiene dentro el estudio original donde Queen grabó varios de sus más famosos temas... Me invade el espíritu de la Reina. Salimos al muro de firmas del casino y vemos la estatua de Freddy. Está en la orilla, al lado de un enorme ciervo y es donde empieza el paseo del lago, donde está instalado el mercadillo navideño y que está lleno de estatuas, sobre todo de gente del jazz. Salimos a la calle principal a ver las casas tan chulas de la Avenida de los Alpes y paramos en el Adam's Café de enfrente del casino a tomar una cerveza. Luego al Subway a por un bocata y al Quai a ver a noche en el lago. Hace frío así que al hotel a terminar el bocata y descansar.
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